Cómo elegir tus botas de rando / randonnée / travesía

Introducción

Las botas de esquí de travesía, también conocidas como botas de esquí de montaña o alpino-touring (AT), son la pieza más importante de equipo a considerar al armar tu equipo de rando. 

Es la unión de nuestro cuerpo con el oro blanco (la nieve)

Unas botas que no sean bien elegidas sólo servirán para opacar tu nivel de ski y provocar un muy mal rato, tanto en la subida como en la bajada, en el auto de vuelta e incluso al dormir.

Así es, todo esquiador ha sentido alguna vez ese dolor insoportable en los pies. Se produce cuando la bota es más angosta o ciertas partes generan roce por la misma forma de tu pie.
Al randonear,
estos dolores se multiplican por 10. Estar 3 a 6 horas, incluso todo el día con una bota que no se ajusta bien va a echar a perder tu día por completo. No vas a querer seguir más, no por cansancio, sino por incomodidad y dolor.

Por esta razón randonero, debes conocer bien la fisionomía de tu pie: además de la talla, qué tan ancho es y si tienes algunos huesos que sobresalen más de lo normal. Todas las marcas de botas las hacen de manera distinta. Algunas se enfocan en montañistas de largas distancias, otras en esquiadores de alto rendimiento.

Buena parte de la gente tiene algo que sale de lo normal en los pies (como el autor que tiene un doble tobillo…). Un tobillo más grueso o un talón extendido. Para estos casos, te recomendamos hacerle un buen boot fitting a tu bota. 

Encuentra todas las botas de rando aquí.

Las botas de rando

A diferencia de las botas de ski alpino, las de rando tienen dos modos:

  1. Un modo de caminata o “tour” que permiten un rango de movimiento más amplio y una zancada más larga y cómoda que las botas de esquí tradicionales. 
  2. Un modo de esquí/descenso donde se bloquean y se vuelven una bota de ski “tradicional”, sacando a flote todo tu técnica y rendimiento.

Al elegir botas de esquí de travesía, concéntrate en el ajuste, la dureza y el rendimiento. Estos son los principales puntos a tener en cuenta:

1. Uso

Al igual que para elegir los skis, tenemos que preguntarnos qué tipo de actividad es la que vamos a estar realizando más a menudo:

Alpine Touring/Montañismo

Las Botas AT son las más ligeras, tienen un gran rango de movimiento y son compatibles con las fijaciones de pins. No son tan rígidas como las botas de esquí de descenso y las carcasas están hechas de un material ligero de polímero como poliamida o fibra de carbono.

Si buscas grandes travesías, cumbres y eres de los que prioriza la eficiencia de la subida antes que la velocidad y agresividad en la bajada, elige botas ultra livianas con un amplio rango de movilidad. Estas botas son ideales para paseos largos y ascensos eficientes, además de ser muy cómodas!

Botas Híbridas

Las botas de esquí híbridas son una combinación entre botas de centro y botas AT. Son más ligeras que las botas de descenso pero más pesadas y rígidas que las botas AT. 

Cuentan con un modo para caminar, tecnología de pins y una suela gripwalk para el touring. Las botas híbridas funcionan bien tanto en el centroo de esquí como en el rando. Están construidas para ser ligeras y rígidas. 

Si no te importa cargar un poco más de peso para enfocarte en la bajada, opta por botas más resistentes y rígidas con un rendimiento óptimo para soltarle en esas líneas exigentes. 

2. Encuentra tu fit

Un buen Fit de botas es clave para tener un buen día de rando. Tómate el tiempo para probar varios pares de botas en persona y encontrar unas que te queden cómodas. Si ya conoces bien cuál es tu talla, ¡quédate con esa!

Aquí hay algunas cosas que debes saber:

  • Talla mondopoint: Las botas de esquí de rando a menudo utilizan un estándar de talla internacional llamado mondopoint, que calcula oficialmente el ancho y la longitud más larga de tu pie en milímetros. 
  • Las tallas no siempre son uniformes por marca o incluso de un modelo a otro, así que asegúrate de consultar la tabla de tallas de botas de la marca en particular.
  • Horma: Es el ancho interior de la bota. Mientras mayor la horma, mayor es el espacio que hay para tu pie. Este es un punto muy importante para tu comodidad. Si eliges una bota muy delgada para tu pie, te la vas a sufrir. Si es muy ancha para tu pie, va a bailar dentro de la bota.
  • Mide ambos pies: considera que un pie puede ser más largo y ancho que el otro. Por lo general se hace que compras una bota que se ajuste perfectamente al pie más grande y te pones un doble calcetín en el más pequeño.

3. FLEX

Los fabricantes de botas de esquí clasifican las botas según un índice de flexibilidad: cuanto mayor sea el número, más rígidas serán las botas. Cuanto más rígida sea tu bota, más energía se transferirá a tus esquís. Ojo que también más rígida significa que te perdonarán menos los errores.

El Flex en las botas de rando va desde los 70 – 130, siendo 70 muy blandas y 130 muy duras. Los esquiadores de slalom, por ejemplo, usan botas extremadamente duras (flex 140+).

Es un tema tanto de comodidad como de nivel del esquiador. Hay algunos que les gustan blandas y a otros duras, en gustos no hay nada escrito. Lo que si, como te decía, una bota muy dura no es mansa (tranquila), te exige un buen nivel.

Aquí puedes guiarte según tu nivel

  • Flex entre 70 y 90: esquiador primerizo o que esquía ocasionalmente
  • Flex entre 90 y 120: esquía con regularidad y tiene un buen nivel
  • Flex entre 120 y 130: esquiador experto orientado a resultados. O también personas de gran tamaño.

4. Tipo de fijación

Las botas que decidas comprar deben ser compatibles con el tipo de fijación que tienen tus esquís de Backcountry. La mayoría de los randoneros usan fijaciones técnicas (o de pin), lo que les permite ahorrar el peso que implica la fijación de placa, subiendo de una forma más eficiente. 

Por lo mismo, no serviría de nada que te compres unas botas sin la tecnología de pins si tus fijaciones funcionan de esta forma.

Si eres un randonero ocasional, unas botas que se ajusten a tus fijaciones de placa sigue siendo una opción viable para practicar este deporte.

 

FIN

Elegir bien tu bota de rando es lo que más se agradece cuando estamos en la montaña.

¡¡tómate tu tiempo!!

               … y una chelita después de randonear.

 

CON CARIÑO, EL EQUIPO DE ANDES TOURING

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